miércoles, 10 de junio de 2015

UD 7 PAISAJES POR EL MUNDO. Lectura día de la paz.

Leonor y la paloma de la paz


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Se puede ver entero en video http://youtu.be/MwWeC5Z51Ks

La paloma estaba cansada de tanto volar, y aún le quedaba un largo viaje.
Debía llevar su rama de olivo a tierras lejanas.
Tenía sueño y hambre, mucho sueño, . . . Desperezó las alas y bostezó: -¡Ahhhh!
La ramita resbaló de su pico y cayó sobre la tierra. ¡Vaya!
Hugo Capirote encontró la rama de olivo.
– ¡Menudo tirachinas!
La paloma le saludó: -Buenos días, Hugo. Por favor. ¿me podrías devolver la ramita que perdí por culpa de un bostezo?
Hugo la sacó la lengua: – ¡Es mía! ¡Rabia, rabia, la encontré yo!
La paloma levantó el vuelo y se alejó de Hugo Capirote.
¡Qué niño tan egoísta!”, pensó.
Allá, a lo lejos, le pareció ver un olivo. Decidió que cortaría otra ramita y continuaría su camino.
Roberto Manazas vio a Hugo jugando con un tirachinas. Se lo quitó de un manotazo y gritó: – ¡Ahora verás, enano!
Apuntó hacia el cielo y ¡zas!, lanzó una piedra a la paloma.
– ¡Qué puntería! ¡Toma, paloma!
La paloma con el ala magullada, se alejó volando del olivo.
¡Qué bruto es Roberto Manazas!”pensó, “¡y cómo duele la pedrada!”.
La paloma se alegró al ver una fuente.
Beberé unos sorbos de agua y descansaré”.
Después se acercó a Manoli Pulseras, que llenaba su cantimplora cantando.
– ¡No te cueles, caracoles, en la fila de colores!
– Manoli, ¿me das un poco de agua, por favor?
Manoli la dio un empujón: Yo estaba primero. Te fastidias.
La paloma estaba cansada y sedienta.
Vaya con Manoli Pulseras, qué niña tan antipática”, pensó.
Soplaba viento del norte y el cielo se cubrió de nubarrones negros. La paloma temblaba de frío.
¡Si encontrara algún lugar donde cobijarme!”
La paloma se metió revoloteando en la habitación de Sofía Tijeras y le preguntó:
– Sofía ¿me puedo calentar junto a la estufa un ratito?
Sofía intentó cazarla: – ¡Paloma tontorrona! ¡Serás mi juguete y harás lo que yo te diga!
La paloma volaba sin fuerzas, en medio de una gran tormenta.
Qué niña tan marimandona es Sofía Tijeras”, pensaba.
Todo le salía mal y creyó que nunca encontraría la ramita de olivo y que moriría de hambre, de sed y de frío.
Un rayo cayó junto a ella y la chamuscó.
Antolín Picapica encontró a la paloma en el suelo y decidió pintarla.
– ¡Toma, paloma negra! ¡Mira que eres fea! ¡Chínchate! ¡Jo,jo!
La paloma pintarrajeada y triste, oyó la palabra del niño.
¡Lo que faltaba! ¡El burlón de Antolín!”, pensó.
-Paloma bonita exclamó Leonor acariciándola las plumas negras.
– ¡Qué ojos más tristes tienes y qué sucia estás! Antolín, ¿puedes traer un poco de jabón?
Antolín dejó de reírse e hizo caso a Leonor.
Leonor lavó a la paloma, curó su herida y la consoló.
– No te apures, paloma. Encontrarás tu rama y el camino para continuar tu viaje. Mis amigas y yo te ayudaremos.
Qué suerte haber conocido a Leonor”pensó la paloma.
Leonor habló con Hugo: – La paloma perdió su rama de olivo. Tú que eres un buen amigo, ¿puedes buscarla una?
Hugo reconoció a la paloma y se avergonzó.
Al rato, Hugo regresó con una rama verde y tierna, acabada de cortar. La puso en su pico y dijo: – Toma, paloma.
Leonor habló con Roberto: – La paloma está hambrienta. Tú, que eres un buen amigo, ¿podrías traerle un poco de grano?
Roberto, al ver su ala herida, recordó su pedrada y se sintió mal.
Al poco tiempo, regresó con las manos llenas de trigo y dijo: – Toma, paloma.
La paloma comió y comió hasta saciarse.
Leonor habló con Manoli: La paloma está sedienta. Tú que eres una buena amiga,
ofrécele un traguito de tu cantimplora.
Manoli se puso roja de vergüenza y la invitó a compartir su agua diciendo:– Toma, paloma.
La paloma bebió y bebió y se sintió mejor.
Leonor fue a hablar con Sofía: – La paloma tiene frío. Tú, que eres una buena amiga, deja que se caliente junto a la estufa.
Sofía le acercó una silla junto al fuego. La paloma secó una a una sus plumas hasta que volvieron a brillar.
Leonor estaba orgullosa de sus amigas.
Gracias a ellas, la paloma había recuperado su sonrisa. Se despidió con un beso. La paloma pensó que Leonor era una niña genial.
La paloma blanca volaba feliz entre las nubes.
Había encontrado de nuevo el camino y llevaba su mensaje de paz en el pico.
Leonor y sus amigas agitaban las manos deseándola suerte.
La Paloma de la Paz sabía que no estaba sola.
Texto de Maite Carranza.
Ilustraciones de Margarita Menéndez.
Editorial S.M (Madrid) 2014
Y tú ¿eres de las que maltratan a sus amigas?
¿O eres de las que cuidan a sus amigas?
¿Quieres pedir perdón a alguna amiga por haberla tratado mal?
¿Vas a tratar mejor a tus amigas?
Paloma Hugo Roberto Manoli Sofía Antolín Leonor
Reflexión:
¿Qué os ha parecido?
¿Habéis entendido la historia?
¿Cual era el problema realmente?
¿Cómo se solucionaron los problemas?
¿Cómo no sentimos cuando nos tratan mal?
¿Cómo nos sentimos cuando nos tratan bien?
¿Qué podemos hacer para que se sientan bien las personas que tenemos cerca?

https://pazuela.wordpress.com/2015/06/02/leonor-y-la-paloma-de-la-paz/

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